VIOLENCIA Y SOCIEDAD
El ser humano por su esencia, es innato ser social, necesita expresar desde muy temprano edad sus deseos, aspiraciones, sueños, disgustos, y a medida que crece mejora su aproximación para alcanzar a expresar sus emociones y sentimientos a los demás seres. Una estrategia por mostrar poderío, fuerza, supremacía intelectual es la violencia, la cual es muestra o fruto de un problema o situación problemática que no se ha tratado; también es el recrudecimiento de un conflicto; por tanto el violento o el que actúa violentamente es un ser: de mente corta, egoísta (defiende y sostiene sus propios intereses, posiciones y privilegios), primitivo (retoma elementos del cuaternario), instintivo (se apoya en la base animal del hombre, no desarrolla el control ni la voluntad), inconsciente, exige un desgaste energético (tanto físico, mental y espiritual).
Cuando se busca expresar lo indecible se acude a diferentes estrategias entre ellas lo artístico (teatro, danza, pintura, entre otras, en sus diferentes gamas), otros se apoyan en medios y/o mecanismos antidiluvianos propios de los trogloditas, dentro de la sociedad contemporánea; en estos tiempos modernos y postmoderno no se aplica y los medios de comunicación invitan a conculcar la tradición y los mínimos de una sociedad civilizada, es así, como queda en otrora la urbanidad, el protocolo y la etiqueta, lo que genera una gente deshumanizada.
Ahora, el acceso a los bienes o elementos satisfactorios de necesidades es restringido y en algunos casos inalcanzables, creando desigualdad –violencia-, y haciendo complejo y difícil el acceso individual y comunitario, por tanto debe diseñarse los mecanismos que el permitan al colectivo recuperar su entelekia social que faciliten un desarrollo sostenible a través de los medios de producción –y emprendimiento solidario comunitario- compatibles con la cultura local.
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